miércoles, 4 de agosto de 2010

"Soledad Interna"

Hola, esta vez voy a omitir decir mi nombre, creo que ha sido suficiente, me encantaría que a través de mi escritura sepas quién soy.

La tarde se torna gris, se avecina una tormenta, la noche invade mis pensamientos y el clima no es tan bueno para mis sentimientos. Es normal cuando cambia el estado del tiempo, mi ánimo se ve afectado, normalmente los días nublados me ponen triste, al estar escribiendo estas frases se desgarra mi alma y puedo sentir un gran vacío en mi garganta, contengo las lagrimas, pero esto es imposible, ruedan por mi rostro una tras otra, sólo de recordar tanto sufrimiento que he vívido y no lo digo como un mártir, sino como una triunfadora, porque hoy sé que soy un milagro de Dios.

Mi mente tiene la capacidad en este momento de trasladarse al pasado, a ese pasado misterioso: puedo ver cuando en uno de tantos internamientos, mi padre que tanto me amo, firma mi internamiento definitivo en la Clínica San Rafael, yo gritaba que no lo hiciera, pero él no podía entender mi forma de ser. Esa cantidad de energía que no permitían que fluyera, la contenían de tal forma que yo explotaba, cuando lo único que siempre he querido es libertad, y ha sido la pintura y la escritura las que me han dado ese vuelo como ave con un rumbo y una dirección, pero con muchas batallas.

Fue mi esposo, ese militar que pocas veces me entiende, pero siempre me defiende, es él quién firmo para darme la libertad de la que hoy gozo, aparentemente. Es difícil una relación de una persona bipolar y de un militar, es por eso que una de mis obras se llama oposiciones, que representa la gran diferencia que hay entre nosotros, pero dentro de toda esa gran diferencia existe la armonía del color que fusiona nuestras mentes.

Me siento muy sola, ahora he destinado toda mi energía al deporte, como no está de momento en mi mano pintar he buscado otra salida: correr, que me da esa sensación también de libertad

He estado muy ansiosa estos últimos días, ahora tomo más medicamento para controlar ese dolor que hay en la profundidad de mi alma que a veces no sé cómo sacar, eso que yo llamo "Soledad Interna", la sensación de ser no diferente, pero sí especial. Veo el mundo de una manera distinta y siento de una manera profunda, tan profunda que incluso me hago daño sin querer, es tal mi sensibilidad que mis fibras más sensibles están enardecidas y todo duele, pero el dolor me ha dado valor, me ha enseñado a crecer como ser humano, a acercarme a un poder superior, no importa cuál sea, pero es la fuerza interior que da aliento a mi vida.

Se me ha caído mucho cabello y eso me pone mal, es posible que sea algún medicamento o el problema que tengo de tiroides. Me deprimo, pero también pienso que lo puedo ir solucionando, todo aquel efecto secundario que opaque mi rostro porque soy una mujer como cualquier otra que tiene vanidad y eso me duele.

Hay que seguir adelante hasta que Dios quiera, decía mi padre, pero ese es otro nuevo dolor que aún no acepto y perfectamente sé que para cambiar hay que aceptar, ese es el proceso de mi diario vivir.

Una palabra que haya quedado en tú mente ó en tú corazón es la satisfacción de está tu humilde servidora.